10.02.2008

In.somnio

Hace horas que terminó de hacer sus asuntos, el cansancio se apoderaba de cada uno de sus movimientos, lo sé por que la observo hace mucho, lo sé por que me mira devuelta queriendo decir todo eso que yo callo. Me mira y en silencio, me cuenta la extraña manera en que extraña ese extraño sentir y le extrañó recordarlo hoy nuevamente. Otra vez y no más. Imagino estos dos conceptos antagónicos caminando en la misma dirección, pero en caminos distintos. Paralelos e infinitos, o quizás como la parábola en el plano que nunca se tocará nuevamente. Otra vez y no más, nunca más. La miro y me dice que no duerme, no por pesadillas esta vez, sino por los sueños, esos sueños de anhelo, tan antiguos y repetidos, que creyó olvidar. ESOs sueños por los que tanto luchó y hoy simplemente recuerda a veces no mas con nostalgia y tranquilidad, no duerme, no por pesadillas, pero si por los sueños de verte durmiendo junto a mi y soñar que soñamos la vida juntas nuevamente. La miro y me mira devuelta y veo su cara de cansada, cansada hasta de echarte de menos. La miro y me mira devuelta, me imita y me dice ya basta!, no más. Me miro en aquel espejo y me digo ya nunca más!.

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